la cometa
quiebra
el arco iris
por el vano
de la puerta
esa luz
nos vamos.
aposté a la muerte
treinta años y un amor
que no tenía
contra el resto
de vida
no se queda
no me gana.
o bien o mal
está la vida
las cosas en su marcha
la urdimbre humana
nos quemamos
todos hablan - nadie sabe
recorremos la senda
del caracol
y nos morimos
sin la verdad.
nuestros rumbos, para ser franco
semejan diferentes caminitos de piedra
hermosos para perderse a voluntad
y nunca volver al absurdo mañana
que nos roba los ojos
para ser franco, el destino se parece
a nosotros y nunca lo observamos
demasiado ocupados
en soñarlo mejor y más falso.
mil novecientos ochenta y tres
el poeta sale a la calle
y lo miran
ojos silenciosos
cuando vuelve
ya no puede
componer los poemas que hubiera escrito
antes
de
los ojos silenciosos.
|